En un esfuerzo por potenciar el desarrollo rural y fortalecer la agricultura en la región del Altiplano Tamaulipeco, se llevó a cabo una reunión clave el pasado 27 de enero en la Sala de Cabildo de Miquihuana, Tamaulipas. Autoridades locales y representantes de diversos sectores se dieron cita para conocer las nuevas reglas de operación del programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), con el objetivo de optimizar los recursos disponibles y beneficiar a las comunidades rurales.
Encabezada por la Presidenta Municipal, Gladis Magalis Vargas Rangel, la reunión contó con la participación de destacados funcionarios y líderes locales, entre ellos Octavio Cristóbal Benítez Torres, jefe del Centro de Apoyo al Desarrollo Rural (CADER) del distrito 160, y el ingeniero Antonio Guevara Pérez, jefe de dicho distrito que abarca los cinco municipios del Altiplano. También estuvieron presentes José Luis Soto Segura, regidor de Desarrollo Rural de Miquihuana, y Francisco González Ramírez, director del Programa de Desarrollo Rural de ese municipio, además de delegados y comisariados ejidales.
“Nuestro compromiso es brindar las herramientas necesarias para que las comunidades rurales puedan crecer de manera sostenible y enfrentar los retos del futuro”, destacó Vargas Rangel durante su intervención inicial, subrayando la importancia de este tipo de reuniones como plataforma para fortalecer el diálogo y la colaboración.
El principal objetivo de este encuentro fue detallar las reglas de operación del programa SADER, anteriormente conocido como SAGARPA, y capacitar a los asistentes en su implementación. Con este programa, se busca promover el desarrollo agrícola, mejorar la calidad de vida de las familias rurales y estimular la economía local.
Antonio Guevara Pérez explicó que “la clave del éxito radica en entender cómo aprovechar los recursos y alinearlos con las necesidades específicas de cada comunidad”. Además, se destacó que el programa incluye incentivos para la adopción de tecnologías sostenibles, la capacitación en buenas prácticas agrícolas y el fortalecimiento de las cadenas de valor en la región.
La reunión también se convirtió en un espacio para el intercambio de ideas y preocupaciones entre los delegados y comisariados presentes. Francisco González Ramírez, director del Programa de Desarrollo Rural, destacó que este tipo de interacciones son esenciales para identificar las áreas prioritarias de atención. “Los agricultores son el motor de nuestra región; necesitamos escucharlos y trabajar juntos para generar resultados tangibles”, afirmó.
Con esta iniciativa, se pretende no solo fomentar el crecimiento económico, sino también construir una base más sólida para el bienestar social en el Altiplano Tamaulipeco. La región, caracterizada por su potencial agrícola y sus comunidades trabajadoras, se perfila como un ejemplo de cómo el trabajo conjunto entre gobiernos y ciudadanos puede marcar la diferencia.
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