Miquihuana, Tamps.– Entre charolas de fruta fresca, bolsas de verduras y el aroma de la carne recién cocinada, la presidenta municipal, enfermera Gladis Magalis Vargas Rangel, volvió a cumplir una cita que ya es tradición cada quince días: llevar alimento a los comedores comunitarios del municipio.
Estos espacios, más que un lugar para comer, se han convertido en un punto de encuentro donde adultos mayores y personas con discapacidad encuentran no solo un plato nutritivo, sino también compañía, conversación y un respiro en su día.
“Mientras yo esté aquí, este apoyo no se va a detener”, asegura la presidenta, mientras conversa con los encargados de cocina y escucha las peticiones de los vecinos.
Con acciones constantes y sin distinción de comunidades, Vargas Rangel mantiene vivo su compromiso de que en Miquihuana nadie se quede sin lo más esencial: la atención, el alimento y la cercanía de un gobierno que escucha y actúa.
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