En Tamaulipas, el campo no se detiene. La tierra sigue dando señales de vida, de esfuerzo y de esperanza. Y mientras las y los productores sostienen su jornada con la fuerza de siempre, hay quienes han decidido acompañarlos sin reflectores, sin discursos altisonantes y sin perderse en la comodidad de una oficina. Uno de ellos es el Delegado Luis Lauro Reyes Rodríguez, cuya presencia constante en las comunidades se ha convertido en un respaldo firme para miles de familias rurales.
Porque si algo queda claro en estos meses es que el campo tamaulipeco está en movimiento. No es un concepto, no es una aspiración: es una realidad que se ve en parcelas, caminos, ejidos y centros de trabajo donde los programas federales están marcando diferencia. La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha impulsado una estrategia que privilegia hechos concretos, y en Tamaulipas, esa visión encuentra tierra fértil.
Uno de los mayores ejemplos es Fertilizantes 2025, que se ha transformado en un apoyo esencial para quienes enfrentan los retos diarios de la siembra. La entrega gratuita de insumos agrícolas no solo reduce costos: devuelve calma y estabilidad. Para muchas familias, es la diferencia entre sembrar con incertidumbre o sembrar con confianza. Como lo señaló el Delegado Reyes Rodríguez, se trata de “un alivio inmediato para las familias del campo”, una ayuda que llega directo y sin trabas.
A la par, Sembrando Vida sigue fortaleciendo la base comunitaria del campo. Con más de 3,370 beneficiarios y una derrama anual superior a los $291,798,000 (Doscientos noventa y un millones setecientos noventa y ocho mil pesos), este programa impulsa nuevas parcelas, técnicas agroecológicas y proyectos colectivos que no solo regeneran la tierra, sino también los lazos entre vecinos. Es un esfuerzo que se nota en la convivencia, en la capacitación continua y en la manera en que las comunidades recuperan su propio ritmo de trabajo.
Y si hablamos de impulso real, Producción para el Bienestar es una de las columnas esenciales. 27,671 productoras y productores reciben recursos directos que permiten mejorar sus prácticas, adquirir insumos y sostener la actividad agrícola que ha dado identidad a Tamaulipas por generaciones. Más de $344,336,800 (Trescientos cuarenta y cuatro millones trescientos treinta y seis mil ochocientos pesos) circulan cada año gracias a este apoyo, fortaleciendo la economía local desde sus cimientos.
En este mismo sentido, vale destacar un esfuerzo que refleja la visión humanista del Gobierno de México: el reconocimiento y atención a las personas adultas mayores. En Tamaulipas, más de 400,000 beneficiarios reciben su pensión bimestral, considerada el programa más noble del país. Solo en los municipios rurales, más de 74,000 adultos mayores reciben $6,200 pesos cada dos meses, un apoyo que representa estabilidad, seguridad y una justa retribución a quienes dedicaron su vida al trabajo y al esfuerzo comunitario.
A estos esfuerzos se suman la Pensión Mujeres Bienestar y otras iniciativas prioritarias que han permitido a miles de familias mantener estabilidad y dignidad en su vida diaria.
Pero lo que distingue este proceso es la presencia constante en territorio. El Delegado Luis Lauro Reyes Rodríguez no ha dejado de recorrer caminos, escuchar necesidades y acompañar a quienes trabajan la tierra. No para supervisar desde arriba, sino para sumar desde dentro, hombro con hombro con las y los productores que hacen posible que el campo siga en pie.
En un tiempo donde muchos hablan y pocos actúan, el campo de Tamaulipas sigue trabajando. Y quienes lo respaldan desde el territorio siguen sumando. Esa es la diferencia que hoy se siente en las comunidades.
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